
Uruguay finalizó su participación en la reciente fecha FIFA con un triunfo ajustado ante Uzbekistán, en un encuentro disputado en Malasia que finalizó 2-1 a favor de la celeste. Los goles fueron obra de Facundo Torres y Juan Manuel Sanabria, quienes marcaron la diferencia en una segunda mitad donde se vio lo mejor del equipo uruguayo.
El primer tiempo fue caracterizado por un juego lento y sin profundidad. La Celeste no logró establecer circuitos claros de ataque, mostrando escasa agresividad y pocas ideas en ofensiva. La única oportunidad clara de la primera mitad estuvo en los pies de Kevin Amaro, quien no pudo concretar tras un remate que pasó cerca del arco rival. Este período inicial reflejó un equipo aún en construcción, en el que se notaban ciertas imprecisiones y falta de coordinación en los últimos metros.
Sin embargo, la segunda mitad presentó un Uruguay renovado. La entrada de Ignacio Laquintana le dio mayor velocidad y dinamismo al conjunto nacional, generando ocasiones y obligando a la defensa uzbeka a replantear su esquema. Rodrigo Zalazar se convirtió en el jugador más destacado con balón, mostrando precisión en la distribución y capacidad para conectar con los atacantes. Facundo Torres y Juan Manuel Sanabria se hicieron más visibles, participativos y peligrosos, logrando que la Celeste dominara territorialmente y llegara con mayor claridad al arco contrario.
Las jugadas de gol reflejaron la diferencia en el segundo tiempo. La apertura del marcador llegó a través de Facundo Torres, quien recibió un pase preciso de Federico Viñas tras un rodeo que desbordó la defensa rival. Sanabria amplió la ventaja con una definición efectiva luego de un gran desborde del mismo Viñas por la izquierda, quien se destacó como la figura del partido con dos asistencias de alto nivel. La combinación entre creatividad, velocidad y definición permitió que Uruguay cerrara el encuentro con una sensación positiva, aunque con la conciencia de que aún hay aspectos por mejorar.
Este partido, frente a una selección mundialista de nivel intermedio, permitió a Marcelo Bielsa probar alternativas tácticas y evaluar el rendimiento de sus jugadores de cara a la preparación para la Copa del Mundo. Más allá del resultado, el foco del entrenador está en seleccionar a los intérpretes que puedan brindar mayor consistencia y efectividad en torneos de alta exigencia. El cuerpo técnico valorará la intensidad del segundo tiempo y la capacidad de ciertos jugadores de generar desequilibrio, mientras sigue ajustando detalles para el desafío más grande del año futbolístico.
En síntesis, la victoria por 2-1 ante Uzbekistán deja a Uruguay con sensaciones mixtas: la primera mitad expuso debilidades a corregir, pero la segunda demostró el potencial ofensivo y la calidad de algunos futbolistas que podrían ser claves en el Mundial. La Celeste cierra la fecha FIFA con un triunfo que le permite ganar confianza, afinar conceptos y seguir consolidando el equipo que representará al país en la máxima cita del fútbol mundial.