En la tarde de este martes, falleció José Alberto Mujica Cordano a los 89 años, expresidente de la República Oriental del Uruguay, referente ineludible de la izquierda latinoamericana, exguerrillero tupamaro, legislador, ministro y figura de proyección internacional. Su deceso marca el fin de una era para la política uruguaya y para el Frente Amplio, coalición de izquierda que ayudó a consolidar y llevar al poder.
La noticia fue confirmada por el propio presidente de la República, profesor Yamandú Orsi y por fuentes del Frente Amplio. Mujica había suspendido en abril sus actividades públicas debido al agravamiento de una enfermedad oncológica que, sumada a su cuadro crónico de inmunodeficiencia, deterioró notablemente su salud en las últimas semanas.
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, José Mujica tuvo una infancia modesta en el barrio Paso de la Arena. Hijo de Demetrio Mujica, descendiente de inmigrantes vascos, y Lucy Cordano, de raíces italianas, la historia del «Pepe», como lo llamaban popularmente, estuvo desde siempre ligada al campo y al trabajo rural.
De joven practicó ciclismo competitivo, actividad que abandonó al involucrarse en la militancia política. En la década de 1960 se incorporó al Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, una organización guerrillera urbana de orientación marxista-leninista. Durante los años más duros de la represión, fue herido de bala en varias ocasiones y permaneció trece años preso, buena parte de ellos incomunicado, en condiciones inhumanas. Fue liberado en 1985 tras el retorno de la democracia.
Esa experiencia forjó en Mujica una personalidad austera, reflexiva y con una visión humanista de la vida. Su famoso rechazo a la ostentación, su vida en la chacra de Rincón del Cerro, su viejo escarabajo y su lenguaje llano y directo lo convirtieron en un fenómeno cultural y político sin precedentes.
Ya en democracia, Mujica contribuyó a fundar el Movimiento de Participación Popular (MPP), sector clave del Frente Amplio. Fue elegido diputado en 1994 y senador en 1999. En 2005 asumió como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca en el primer gobierno de Tabaré Vázquez. Allí se destacó por un estilo frontal y por la defensa del agro, a pesar de las tensiones que su figura generaba en algunos sectores empresariales.
En 2009 fue electo presidente de la República con el 52,39 % de los votos en segunda vuelta. Su mandato (2010–2015) se caracterizó por un equilibrio entre pragmatismo económico y avances sociales. Bajo su presidencia se aprobaron leyes de fuerte impacto nacional e internacional: la regulación del mercado de cannabis, el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y una activa política de vivienda popular.
Internacionalmente, su figura adquirió notoriedad por sus discursos en foros como la ONU o la Cumbre Río+20, donde apeló a una crítica profunda al consumismo, al sistema económico global y a la degradación del planeta. Su célebre frase “pobres no son los que tienen poco, sino los que quieren mucho” dio la vuelta al mundo.
Si bien gozó de altísima popularidad durante y después de su mandato, también recibió críticas. Algunos sectores de izquierda lo acusaron de «moderar» la agenda transformadora del Frente Amplio, mientras que desde la oposición se lo cuestionó por su estilo personalista y por ciertas contradicciones entre su discurso y su rol institucional.
Su visión del “progresismo” no se redujo a una lectura ideológica clásica: Mujica fue un articulador entre el pensamiento revolucionario y la gobernabilidad democrática. A lo largo de su vida política defendió una izquierda «con los pies en la tierra», con apertura al diálogo y tolerancia al disenso. Su liderazgo fue crucial para la transición del Frente Amplio de fuerza opositora a coalición de gobierno.
El legado de José Mujica trasciende a Uruguay. Fue entrevistado por medios internacionales, reconocido por líderes de diversas corrientes ideológicas y citado como ejemplo de sobriedad y coherencia. En un mundo político muchas veces dominado por el espectáculo y el marketing, Mujica representó una anomalía: un dirigente que decía lo que pensaba, que vivía como hablaba, y que nunca dejó de reivindicar sus convicciones.
Hasta sus últimos días, continuó participando activamente en la vida política nacional. Como senador y como figura emblemática del Frente Amplio, ejerció un rol de consejero, mediador y voz moral, especialmente en momentos de crisis institucional o tensiones internas. Su renuncia al Senado en 2020, motivada por razones de salud, fue acompañada por un mensaje que conmovió a todo el arco político.
“Me voy porque me está echando la pandemia, porque ser senador implica hablar con gente y andar por todos lados, y ahora no puedo”, dijo entonces. “Pero mientras tenga fuerzas, seguiré militando, aunque sea desde el rincón de mi casa”.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, referentes políticos de todo el espectro, expresidentes, mandatarios latinoamericanos y figuras internacionales manifestaron su pesar. El presidente Yamandú Orsi declaró duelo nacional por tres días y ordenó que la bandera nacional ondee a media asta en todos los edificios públicos.
El Frente Amplio organizó una ceremonia pública en el Palacio Legislativo, donde será velado Mujica, junto a su compañera Lucía Topolansky, exvicepresidenta de la República. Miles de personas ya se acercan para despedir a uno de los políticos más influyentes del último medio siglo en América Latina.
Para las nuevas generaciones, Mujica fue mucho más que un expresidente: fue un referente ético, un símbolo de rebeldía con causa, un intelectual popular que combinó pensamiento crítico con práctica política. Su legado es inseparable de una filosofía de vida que promovía la sobriedad, la solidaridad y el compromiso social.
En un país que valora la moderación y el sentido común, Mujica se ganó un lugar privilegiado por su autenticidad. Su figura entra, a partir de hoy, en el panteón de los grandes próceres civiles de la historia uruguaya.
Con la muerte de José Mujica se apaga una voz irrepetible. Pero su vida –llena de contradicciones, coraje, errores y convicciones firmes– queda grabada como testimonio de una época, de un país que supo parir liderazgos de carne y hueso. En su legado quedará el mensaje de que la política puede ser humana, y que es posible luchar por un mundo mejor sin renunciar a la ternura.
Hitos más importantes en la vida de José Mujica
1935 – Nace José Mujica
20 de mayo: Nace en Montevideo, Uruguay, en el barrio Paso de la Arena.
1956 – Inicia militancia política
Comienza su militancia en el Partido Nacional, participando en agrupaciones juveniles.
1960s – Integra el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros
Se suma a la guerrilla urbana de orientación marxista, que combate la desigualdad social a través de acciones armadas.
1970 – Capturado y encarcelado
Es herido en un tiroteo y posteriormente detenido. Se fuga de prisión en varias ocasiones.
1973–1985 – Rehén de la dictadura militar
Durante la dictadura, permanece 13 años preso, incomunicado, bajo durísimas condiciones. Se lo considera uno de los «nueve rehenes» de los militares.
1985 – Liberación tras la restauración democrática
Tras la aprobación de la Ley de Amnistía, es liberado junto a otros presos políticos.
1989 – Cofundador del MPP
Junto a otros exmilitantes tupamaros y figuras de izquierda, funda el Movimiento de Participación Popular (MPP), dentro del Frente Amplio.
1994 – Electo diputado
Accede por primera vez a un cargo electivo. Empieza su carrera parlamentaria.
1999 – Electo senador
Consolida su presencia en la política nacional.
2005–2008 – Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca
Asume en el primer gobierno del Frente Amplio, liderado por Tabaré Vázquez.
2009 – Candidato a la presidencia por el Frente Amplio
Gana en segunda vuelta con más del 52 % de los votos.
2010–2015 – Presidente de la República Oriental del Uruguay
Durante su mandato se promulgan leyes clave como:
- Regulación del cannabis.
- Matrimonio igualitario.
- Despenalización del aborto.
- Reformas educativas y de vivienda.
2012 – Discurso en Río+20
Brinda su célebre discurso en la cumbre de la ONU sobre desarrollo sostenible, alcanzando proyección internacional.
2015 – Regresa al Senado
Tras dejar la presidencia, vuelve al Parlamento como senador por el MPP.
2020 – Renuncia al Senado
El 20 de octubre, renuncia a su banca por razones de salud. Declara: “Me voy porque me está echando la pandemia”.
2024 – Suspende actividades políticas por motivos de salud
Anuncia su retiro definitivo de la actividad pública activa debido a una enfermedad oncológica.
2025 – Fallece José Mujica
13 de mayo: Muere a los 89 años en su chacra de Rincón del Cerro. Se decreta duelo nacional.
Frases más célebres de José Mujica
A lo largo de su vida, Mujica dejó reflexiones que trascendieron fronteras. Estas son algunas de sus frases más recordadas
Sobre la vida y el consumo
“Pobres no son los que tienen poco, sino los que quieren mucho. Y desean más y más.”
“Cuando compras algo, no lo pagas con plata. Lo pagas con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata.”
“El hombre moderno anda siempre apurado. Hasta cuando está de vacaciones. Está poseído por el reloj.”
Sobre la política
“La política no es para hacer plata. Es para servir a la gente.”
“No venimos al mundo para desarrollarnos económicamente, venimos al mundo para ser felices.”
“Si aspirás a cambiar la sociedad, no podés tener la misma forma de vida de la sociedad que criticás.”
Sobre la juventud y la libertad
“La libertad es tener tiempo para vivir.”
“Los jóvenes tienen que ser rebeldes, si no, están muertos.”
Sobre su filosofía de vida
“Yo no soy pobre, pobres son los que precisan mucho. Mi definición de pobreza es tener que depender de mucho para ser feliz.”
“No tengo miedo de ser ridículo. Prefiero parecerlo a ser un hipócrita.”