
El secretario general del SUNCA Maldonado, Michael Pistone, denunció que la industria del hormigón en el departamento atraviesa una situación “compleja” desde hace cuatro meses, con un desabastecimiento que, según afirma, no es producto de medidas sindicales sino de decisiones adoptadas por el sector empresarial.
En declaraciones recientes, Pistone explicó que la raíz del conflicto está vinculada a la situación de varios trabajadores que prestaban servicios para la empresa Ramian y que quedaron sin empleo. Según el gremio, desde abril se planteó la necesidad de reincorporar a cinco de esos trabajadores, argumentando que la rama del hormigón había experimentado un aumento en su actividad y que existían condiciones para su reingreso.
Sin embargo, Pistone aseguró que “el sector empresarial no ha contemplado las solicitudes” y que la falta de avances en la negociación derivó en que el sindicato adoptara medidas puntuales, como asambleas sorpresivas y cortes en obras específicas del área de hormigón.
La respuesta empresarial, según el SUNCA, fue “100% represiva”: el envío masivo de trabajadores de la rama al seguro de desempleo en todo el departamento. “Los compañeros fueron enviados al seguro de paro solamente por haber acompañado una medida de apoyo para preservar puestos de trabajo”, denunció el dirigente.
Este escenario, afirmó Pistone, ha provocado un desabastecimiento de hormigón en Maldonado, “no por medidas sindicales, sino por medidas empresariales”.
Las partes se reunieron recientemente en Montevideo, en el marco del Consejo de Salarios. Allí, el sector empresarial solicitó al SUNCA levantar las medidas gremiales y firmar una cláusula de paz, sin contemplar el reclamo de reincorporar a los trabajadores afectados.
“Nosotros no tenemos medidas instaladas ahora porque todos los compañeros están en el seguro de paro, producto de la medida empresarial. No vamos a firmar una cláusula de paz si no hay avances en la negociación”, sostuvo Pistone.
El gremio asegura que continuará reclamando la recuperación de los puestos de trabajo como condición indispensable para alcanzar un acuerdo, mientras el conflicto mantiene paralizada parte de la producción de hormigón en el departamento.