
En conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, el Ministerio de Salud Pública (MSP) dio a conocer los resultados preliminares de una encuesta nacional sobre percepción del bienestar psicológico, junto con el anuncio de la puesta en marcha de una Acción Nacional para la Salud Mental que implicará la participación de unas 1.500 personas para implementar medidas concretas en el corto plazo.
Principales resultados de la encuesta
La investigación, realizada por la consultora Cifra entre el 15 y el 24 de agosto, reveló datos preocupantes sobre el estado psicológico de la población uruguaya:
- Solo 34 % de la población se siente “muy” o “bastante” informada sobre salud mental, mientras que un 22 % admite no tener ninguna información sobre el tema.
- Seis de cada diez adultos pueden mencionar espontáneamente al menos un trastorno mental. En cuanto a la reacción ante un posible problema propio o en alguien cercano, más de tres de cada cuatro declararon que consultarían a un profesional (médico o psicólogo).
- En cuanto a indicadores de malestar psicológico, la encuesta detectó que tres de cada diez adultos manifiestan síntomas relacionados con distrés, estrés negativo, sueño alterado, tensión, dificultad de concentración o depresión.
- Pese a esos niveles, menos de la mitad de quienes reconocen síntomas efectivamente buscan atención profesional. Además, una parte considerable de quienes tienen síntomas no reconocen que se trata de un problema de salud mental.
- Específicamente, un 29 % de la población reporta distrés: ese porcentaje se mantiene similar entre franjas etarias, aunque tiende a ser más usual en mujeres, habitantes de Montevideo, usuarios de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado) y personas con menor nivel educativo.
- El 13 % de los encuestados dice padecer un trastorno mental, siendo los más denunciados la depresión y la ansiedad. La depresión aparece con más frecuencia en el interior del país y entre mujeres, mientras que en Montevideo los hombres mencionan una gama más amplia de problemas mentales, aunque igualmente predominan la ansiedad y depresión.
- Al desglosar por edades, entre menores de 30 años que declaran algún problema, la mitad sufre ansiedad, un tercio depresión y solo un 16 % manifiesta otros problemas. En los mayores de 30 años, el 41 % reporta trastornos distintos a ansiedad o depresión.
- En cuanto a las barreras al acceso, el tiempo de espera para un turno en salud mental resulta mayor en los centros públicos: en ASSE, el 50 % de los casos accede dentro de un mes, pero el 40 % espera tres meses o más. En mutualistas o seguros privados, la situación es mejor: 56 % accede en menos de un mes y 22 % en uno o dos meses.
- Por edades y género, la medicación frente a trastornos también varía: el 66 % de las mujeres con trastornos dijo que se medica, frente al 38 % de los hombres. Entre menores de 30 años, 35 % toma medicación; en mayores de 45 años, ese porcentaje sube a 73 %.
Por otro lado, la encuesta también reveló dimensiones sociales asociadas: casi la mitad de la población (47 %) experimenta sensación de soledad en algún grado, mayormente entre jóvenes menores de 30 años. Un tercio se declara aislado y un cuarto afirma que con frecuencia siente falta de compañía.
Diagnóstico institucional y los anuncios del MSP
Ante estos datos, el MSP dio a conocer la Acción Nacional de Salud Mental, que comenzará a implementarse en aproximadamente un mes y movilizará a unas 1.500 personas encargadas de desarrollar acciones concretas para mejorar la atención integral.
Según la ministra Cristina Lustemberg y el subsecretario Leonel Briozzo, esta iniciativa buscará fortalecer tanto la prevención como la capacidad de respuesta del sistema de salud —público y privado— para atender los diversos trastornos mentales, reducir demoras, mejorar el acceso y sensibilizar a la población.
Además, se prevé que los programas incluyan campañas informativas, capacitación de recursos humanos, expansión de la red de atención, mejora en la derivación entre niveles asistenciales y una atención focalizada para grupos vulnerables como jóvenes y población de menores recursos.
Retos estructurales y políticas a seguir
Los resultados de la encuesta reflejan una combinación de desafío social, cultural e institucional. Algunos de los principales puntos que el MSP y especialistas destacan como urgentes:
- Reducción de la brecha entre reconocimiento y atención: muchas personas experimentan síntomas pero no los vinculan con un problema de salud mental, o no buscan ayuda por desconocimiento, estigmas o barreras de acceso.
- Desigualdad en el acceso: las diferencias entre usuarios de ASSE y mutualistas revelan disparidades en los tiempos de espera, lo que plantea la necesidad de reforzar la atención pública y descentralizar servicios.
- Atención temprana y prevención: especialmente en jóvenes, donde los trastornos pueden manifestarse precozmente y generar efectos acumulativos en la salud, el desarrollo educativo y laboral, y la integración social.
- Integración de salud mental en atención primaria: para que los centros de salud comunes puedan detectar y derivar casos leves antes de que se agraven, reduciendo la carga sobre los servicios especializados.
- Fortalecimiento del capital humano: aumentar la cantidad y calidad de profesionales en psicología, psiquiatría y acompañamiento social, con formación continua y recursos adecuados.
- Campañas de desestigmatización: promover el diálogo abierto y educación pública para que reconocer la salud mental como parte de la salud no sea tabú.
En ese marco, los próximos meses serán decisivos para traducir los anuncios en acciones reales, con recursos, planificación y coordinación interinstitucional. La capacidad del Estado para reducir tiempos de espera, aumentar cobertura y mejorar la calidad de atención será puesta a prueba.