
En el balneario de Valizas, ubicado en el departamento de Rocha, se ha generado una intensa controversia a raíz del anuncio de asfaltado de la calle Aladino Veiga, eje principal de esta localidad costera. La iniciativa, impulsada por el alcalde del Municipio de Castillos, Gastón Larrosa, ha encontrado oposición por parte de un grupo de vecinos y visitantes, quienes consideran que la medida alteraría significativamente el carácter natural y turístico del balneario.
Según los representantes de la comunidad, la decisión de asfaltar la calle se estaría promoviendo sin haber tomado en cuenta la voluntad de la mayoría de los habitantes y visitantes. Diversas alternativas, basadas en experiencias de otros balnearios cercanos, fueron presentadas por el grupo de vecinos, pero hasta el momento no han recibido respuestas favorables por parte de las autoridades municipales. Entre las opciones planteadas se incluyen mejoras con materiales que respeten el entorno natural, manteniendo la estética rústica y la identidad característica de Valizas, conocida por su arena, dunas y ambiente poco urbanizado.
La preocupación de los vecinos no solo radica en el impacto ambiental y paisajístico, sino también en la preservación de la experiencia turística. Valizas ha sido durante décadas un destino reconocido por quienes buscan contacto con la naturaleza y un perfil relajado, en contraste con la urbanización y el pavimento, que podrían modificar la sensación de autenticidad del lugar. Según informaron a medios locales, de no escucharse su propuesta, algunos integrantes del grupo estarían dispuestos a emprender medidas adicionales para asegurar que la voz de la comunidad sea considerada antes de la ejecución del proyecto.
Por su parte, el alcalde Gastón Larrosa se pronunció con firmeza respecto al tema. En declaraciones recientes, afirmó que la obra de asfaltado se llevará adelante “sí o sí”, argumentando que la calle Aladino Veiga requiere mejoras significativas y que la pavimentación es necesaria para la comunidad. Según el jerarca, la medida no solo facilitará la circulación de vehículos, sino que también contribuirá al mantenimiento y la seguridad de la vía, aspectos que, según su perspectiva, beneficiarían tanto a residentes como a visitantes.
El choque de posiciones refleja un debate más amplio sobre cómo conciliar el desarrollo de infraestructura con la preservación del entorno natural en localidades turísticas. Mientras las autoridades municipales destacan la necesidad de modernizar las calles para mejorar la transitabilidad y garantizar el acceso en cualquier temporada, la comunidad insiste en que se busquen alternativas menos invasivas que no comprometan la identidad y el paisaje de Valizas.
La discusión se centra en encontrar un equilibrio entre progreso y conservación. Si bien el asfaltado promete facilitar la vida cotidiana y el turismo de temporada, los vecinos advierten que el impacto ambiental, el aumento de tráfico y la pérdida de la estética natural podrían cambiar la esencia de Valizas. El caso se mantiene abierto, y se espera que en las próximas semanas se generen mesas de diálogo o reuniones públicas que permitan explorar soluciones consensuadas.
En síntesis, la polémica en Valizas ilustra un conflicto recurrente en áreas turísticas: la tensión entre las demandas de infraestructura y la preservación del entorno natural. Con posiciones firmes por parte de la comunidad y del alcalde Larrosa, el futuro de la calle Aladino Veiga sigue siendo un tema central de debate en el balneario.