
La Dirección General Impositiva (DGI) ha lanzado una campaña de fiscalización dirigida a contribuyentes que prestan servicios personales fuera del marco de relación de dependencia, un régimen tributario que aplica a trabajadores autónomos, profesionales y quienes facturan por cuenta propia fuera del vínculo laboral tradicional
Alcance y metodología de la fiscalización
La selección de los contribuyentes objeto del control se realiza mediante un análisis de riesgo basado en datos internos disponibles en la DGI. Este sistema identifica patrones de posibles incumplimientos tributarios, como la subvaluación de ingresos, la sobrevaluación de gastos o la omisión de operaciones facturadas
La campaña incluye diversas acciones de gestión del cumplimiento, entre ellas:
- Fiscalizaciones presenciales en territorio nacional
- Entrevistas directas con los contribuyentes en oficinas de la DGI
- Comunicaciones formales y seguimiento de conducta tributaria individual
Estas actividades se desarrollan de forma simultánea en múltiples municipios del país, con el objetivo de corregir de manera oportuna cualquier desviación o incumplimiento identificado.
¿A quiénes apunta la fiscalización y por qué?
La campaña se centra en individuos cuya actividad presenta mayores riesgos fiscales:
- Profesionales o trabajadores independientes que facturan directamente al cliente.
- Sujetos que podrían no registrar todos sus ingresos o declarar gastos inexistentes con el fin de reducir su obligación tributaria.
- Personas que tributan IRPF por renta de servicios personales – régimen que permite también optar por tributar IRAE en ciertos casos
Según la normativa vigente, estas rentas se consideran rentas “puras de trabajo”, gravadas principalmente por el IRPF, aunque existe la opción de incluirse en el IRAE dependiendo del volumen de ingresos o de la elección del contribuyente
Principales incumplimientos detectados
De acuerdo con la DGI, los errores más comunes entre quienes prestan servicios personales fuera de dependencia incluyen:
- Subdeclaración de ingresos, es decir, no reflejar todo lo facturado.
- Sobrevaluación de créditos fiscales, al declarar gastos mayores a los reales.
- Omisión de operaciones documentadas, realizando servicios adicionales que no se registran ante la autoridad tributaria
Estas prácticas llevan a evadir tributos como el IRPF, IASS o el IVA correspondiente a servicios personales, y representan un llamativo terreno de incumplimientos.
Objetivos institucionales de la iniciativa
La DGI busca con esta campaña:
- Garantizar el cumplimiento tributario de todos los contribuyentes, corrigiendo desviaciones respecto a los estándares legales.
- Promover buenas prácticas fiscales, incentivando la transparencia y la adecuada declaración de ingresos.
- Disuadir conductas de evasión, demostrando capacidad de control y seguimiento por parte de la administración tributaria
Las acciones forman parte de una política más amplia de fortalecimiento de la gestión del cumplimiento en todo el país y con todos los segmentos de contribuyentes, en especial aquellos considerados de mayor riesgo.
¿Qué sigue para los contribuyentes fiscalizados?
La DGI continuará activando fiscalizaciones, entrevistas y comunicaciones formales durante los próximos meses, en el marco del programa de cumplimiento tributario. Se espera que este enfoque robusto tenga un efecto disuasorio y promueva una mayor formalidad y registro fiscal entre los independientes
También está previsto expandir el operativo a nuevas zonas y actualizar los criterios de análisis de riesgo conforme se registren nuevos datos tributarios. El mensaje de la DGI es claro: el no declarar en forma completa y veraz puede ser detectado, y conllevará sanciones, ajustes y eventuales requerimientos adicionales.
Reflexión final
En un contexto donde crece la contratación de servicios profesionales independientes y el teletrabajo aumenta la informalidad, esta campaña fiscal de la DGI representa un esfuerzo por cerrar brechas de cumplimiento y asegurar que todos los ciudadanos tributen según la normativa. Los prestadores de servicios deberán revisar su situación fiscal: declarar correctamente ingresos, mantener documentación respaldatoria y actualizar su régimen fiscal si corresponde.
El momento exige mayor responsabilidad tributaria de cada contribuyente, especialmente cuando la tecnología y los análisis de datos permiten a la DGI ejercer un control más eficiente y segmentado.