
El gobierno uruguayo, bajo la administración de Yamandú Orsi, ha decidido cancelar el proyecto Arazatí —impulsado por la administración anterior— y avanzar en una propuesta alternativa que combina una planta potabilizadora en Aguas Corrientes, obras en la Costa de Oro y la futura construcción de una represa en Casupá (Florida).
El Proyecto Arazatí, conocido también como Proyecto Neptuno, contemplaba tomar agua del río de la Plata, construir una gran planta con reserva y transportar agua hacia el sistema metropolitano. Su costo estimado rondaba los US$ 294 millones, aunque implicaba pagos por disponibilidad que podrían llegar a US$ 890 millones en casi 18 años.
En sustitución, el nuevo paquete de obras contempla una planta adicional en Aguas Corrientes —donde OSE ya opera— junto a una potabilizadora y reserva en Solís Chico, para atender la creciente demanda en la Costa de Oro. El costo estimado de este conjunto es de aproximadamente US$ 200 millones, con un ahorro de hasta un tercio respecto a la propuesta anterior.
OSE respalda la nueva propuesta argumentando que el río Santa Lucía, fuente de Aguas Corrientes, presenta menor riesgo de salinización y problemas técnicos que el río de la Plata. El presidente Pablo Ferreri sostiene que el enfoque responde a fundamentos técnicos y permite una construcción más eficiente y confiable.
Además, el gobierno busca financiar con los ahorros la esperada represa de Casupá, una reserva que sumaría hasta 118 millones de m³ de almacenamiento y fortalecería el sistema ante futuras sequías. Según un informe del BID, Casupá es “más robusta y confiable” que el proyecto Arazatí, especialmente en situaciones de escasez hídrica.
El cambio ha generado debate político. La oposición convocó al ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, a declarar en el Parlamento sobre la decisión de abandonar Arazatí, y evalúa una posible interpelación. Desde sectores opositores se critica que se trate de un capricho político que altera una iniciativa avanzada por el gobierno anterior.
El consenso técnico apunta a asegurar el abastecimiento para Montevideo y zona metropolitana hasta 2045, cuando se espera una demanda de hasta 835.000 m³ diarios. La nueva planta en Aguas Corrientes sumará capacidad, complementada por la reserva proyectada en Casupá y mejoras en las líneas de bombeo y conducciones.
El contrato original con el consorcio Aguas de Montevideo será modificado de común acuerdo, sin nuevas licitaciones ni multas: las obras no alteran la titularidad pública a cargo de OSE. La construcción comenzaría en 2026 y demandaría entre 30 y 36 meses de ejecución.
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