
El Municipio de San Carlos, encabezado por su alcalde Luis Cima, anunció el fortalecimiento de las acciones para erradicar los basurales a cielo abierto que se generan en distintos puntos de la ciudad, así como la implementación de un sistema de fiscalización y sanciones para quienes no respeten las normas de disposición de residuos.
En declaraciones recientes, Cima lamentó que, a pesar de los esfuerzos sostenidos durante años, algunos vecinos continúan arrojando basura en lugares no autorizados, incluso en zonas que han sido recientemente limpiadas y acondicionadas.
“Estamos limpiando estos basurales prácticamente toda la semana y ya vamos a avisarle a la gente que no colabora que se comenzará a fiscalizar y a aplicar multas, tal como se hace en el tránsito”, advirtió el alcalde.
La medida será ejecutada en coordinación con la Dirección General de Higiene, Gestión Ambiental y los inspectores municipales. El objetivo es que quienes incumplan las normas enfrenten sanciones y que se establezca un control permanente sobre los puntos críticos.
Cima recordó que el Camino Zanja de Chávez, años atrás, estaba completamente cubierto de desechos. “Emprolijamos el puente, se pavimentó, se limpió, y sin embargo seguimos en la misma situación. No puede ser que teniendo vertedero, sigamos tirando basura en cualquier parte”, expresó.
Actualmente, el Municipio ha dividido la ciudad en cuatro zonas de limpieza y cuenta con dos turnos diarios, mañana y tarde, destinados exclusivamente a esta tarea. Sin embargo, gran parte de la maquinaria que podría destinarse a obras de infraestructura termina utilizándose para la recolección de residuos arrojados de forma irresponsable.
El vertedero municipal se encuentra junto a la cancha Gardel, y para la disposición de residuos voluminosos o especiales se habilitó el número telefónico 06 6 9 222, donde los vecinos pueden coordinar el retiro. “Si la gente colaborara, podríamos tener el pueblo mucho más limpio”, afirmó Cima.
El alcalde hizo hincapié en que, en algunos casos, los infractores ya han sido identificados, como ocurrió con quienes abandonaron piezas de automóviles en la vía pública. Para reforzar el control, se instalarán cámaras de videovigilancia en los puntos más conflictivos.
Cima subrayó que el problema no se resuelve únicamente con medidas punitivas, sino con el compromiso colectivo. “La gente se merece que el pueblo esté limpio. Nosotros ponemos trabajo y voluntad, pero necesitamos que la colaboración sea recíproca”, remarcó.
Además, advirtió que la acumulación de basura no solo deteriora la imagen de la ciudad, sino que también provoca problemas en los desagües, generando riesgos sanitarios y complicaciones en épocas de lluvias.
“Antes de tirar basura en cualquier lado, piensen dos veces. Hacer unas cuadras más para llegar al vertedero es un esfuerzo mínimo comparado con el daño que provocan”, concluyó el alcalde.