Expectativas de inflación en Uruguay descienden a 5% según analistas privados
Cuarta reducción consecutiva en las proyecciones de inflación
Los analistas privados consultados por el Banco Central (BCU) han vuelto a ajustar sus expectativas de inflación a la baja, según la última encuesta difundida por el organismo. Este descenso marca la cuarta revisión consecutiva a la baja en las proyecciones de inflación en Uruguay.
La mediana de las respuestas de instituciones y profesionales encuestados por el Banco Central en septiembre ha situado la inflación proyectada para este año en un 5%. Esta cifra representa una reducción de cuatro décimas en comparación con la proyección establecida en agosto.
El diario «El Observador» informa que esta disminución en las expectativas de inflación refleja una tendencia constante en los últimos meses, donde los analistas han moderado sus pronósticos de manera continua.
Si la variación del Índice de Precios del Consumo (IPC) se mantiene en este 5%, estaría dentro del rango objetivo del gobierno para este año, que se encuentra entre el 3% y el 6%. Este rango es crucial para mantener la estabilidad de los precios y garantizar un entorno económico predecible.
La reducción en las expectativas de inflación puede interpretarse como una señal positiva para la economía uruguaya, ya que un menor aumento de precios suele traducirse en un mayor poder adquisitivo para los ciudadanos y una menor presión sobre los salarios y los costos de vida.
El Banco Central continuará monitoreando de cerca la evolución de la inflación y las expectativas del mercado, ya que estos factores desempeñan un papel fundamental en la toma de decisiones de política monetaria. La estabilidad de precios es uno de los principales objetivos de la política económica del gobierno y el Banco Central de Uruguay.
La tendencia a la baja en las expectativas de inflación ofrece una visión más optimista sobre la economía uruguaya en un contexto económico global incierto, y es un indicativo de la capacidad del país para mantener la estabilidad macroeconómica en medio de desafíos económicos y financieros internacionales.