A tan solo días de las elecciones departamentales, el nombre de Guillermo Besozzi resuena con más fuerza que nunca en Soriano. No solo por ser uno de los favoritos en las encuestas para ocupar nuevamente el sillón de la Intendencia, sino por su condición jurídica: imputado por múltiples delitos vinculados a la corrupción durante su gestión, y ahora beneficiado con una flexibilización de las medidas cautelares que le permitirá hacer campaña… de día.
La jueza Ximena Menchaca resolvió sustituir el arresto domiciliario total que pesaba sobre Besozzi por uno nocturno, permitiéndole circular libremente entre las 7 de la mañana y la medianoche. Esto le abre el camino para asistir a actos públicos, participar en entrevistas y, por supuesto, votar el próximo domingo. Sin embargo, entre medianoche y las 7, seguirá recluido en su domicilio.
Esta resolución generó una fuerte reacción en distintos sectores, particularmente en Fiscalía. La fiscal Charline Ferreyra, a cargo del caso, anunció de inmediato la apelación del fallo. El expediente, que también implica a otros jerarcas de la Intendencia, incluye 15 hechos y 8 delitos imputados directamente al exjefe departamental, que van desde pagos indebidos de horas extras hasta presuntos intercambios de favores por votos.
Un discurso público, una pulsera retirada y el apoyo político
A pocas horas del fallo, Besozzi no perdió el tiempo. Salió a escena con su primer discurso en libertad diurna, frente a un grupo de simpatizantes reunidos en la rambla de Mercedes. Allí expresó: “La elección está abierta. Cualquiera puede ganar, pero nosotros también podemos ganar”.
El ahora candidato activo no escatimó en agradecimientos al Partido Nacional. Mencionó el llamado del expresidente Luis Lacalle Pou —“cuando me estaban sacando la pulsera”— y el respaldo “incondicional” de la presidenta del directorio del partido, Macarena Rubio.
“No hay más streaming, ahora voy a salir en vivo y en directo a todos lados”, ironizó, dejando en claro que, aunque el reloj corre, piensa exprimir al máximo los días que le quedan para conquistar votos. El gesto no pasó desapercibido para sus contendientes, a quienes acusó sutilmente de “aprovecharse” de su silencio obligado durante el arresto total.
Una carrera con custodia judicial
Detrás de esta campaña relámpago hay un trasfondo judicial que inquieta tanto a sus adversarios como a una porción del electorado. La imputación de Besozzi se basa en evidencia que la fiscalía considera sólida. Entre las pruebas figura una conversación privada del exintendente en la que insultaba a la fiscal original del caso, Stella Alciaturi, a quien acusó de investigarlo “todos los días”. “Esta me está escuchando… la conchuda esta”, expresó, según consta en el expediente.
La controversia se amplificó cuando se supo que Alciaturi fue sumariada por compartir publicaciones políticas en redes, una acción vedada para los fiscales. A raíz de eso, fue sustituida por Ferreyra, quien heredó el caso en un clima ya caldeado por acusaciones cruzadas.
Encuestas a su favor, causas en su contra
A pesar del escenario judicial, la última encuesta publicada por El País ubica a Besozzi como el favorito para retener la intendencia de Soriano. El dato alimenta tanto el optimismo de sus seguidores como el escepticismo de quienes cuestionan la moral del proceso.
El propio Besozzi había declarado que, en caso de ser electo mientras estuviera aún con arresto total, su suplente Andrea Aunchaina asumiría la jefatura del gobierno departamental. Ahora, con el nuevo fallo, esa posibilidad parece alejarse. Él mismo planea estar en cada rincón del departamento hasta el último minuto de campaña.
¿Puede un imputado ganar?
La legislación uruguaya no impide que una persona imputada —incluso con medidas cautelares vigentes— se postule o asuma cargos públicos. Esto genera un vacío ético más que legal. ¿Puede la voluntad popular legitimar a un candidato cuya libertad depende de la Justicia?
La respuesta llegará pronto, en las urnas. Mientras tanto, en Soriano, los días se viven entre actos, denuncias, aplausos y audiencias judiciales. Una mezcla de campaña política y drama judicial que convierte esta elección en una de las más observadas del país.
