El sector tecnológico uruguayo ante el desafío de un nuevo modelo de negocio
Carlos Acle, presidente de CUTI, alerta sobre la necesidad de un «cambio de chip» para impulsar el crecimiento
La industria tecnológica en Uruguay ha sido un ejemplo de crecimiento continuo y pleno empleo, pero la coyuntura actual presenta riesgos. Carlos Acle, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), advierte sobre una «tormenta perfecta» que ha desacelerado la demanda desde Estados Unidos, el principal destino de las exportaciones uruguayas. Acle señala que las empresas están contratando menos talento junior debido a la incertidumbre. Además, plantea la necesidad de que el sector tecnológico uruguayo evolucione de la venta de servicios a la producción de productos terminados, lo cual implica cambios profundos en la actividad empresarial.
CUTI difundió recientemente los resultados de la campaña 2023, destacando la importancia del sector en la economía local y planteando desafíos futuros. Acle enfatiza que, aunque el sector ha sido un caso de éxito, lo que los llevó hasta aquí no será suficiente para el próximo salto de crecimiento.
Incrementos y desafíos en el sector tecnológico
El crecimiento del sector ha estado centrado en la exportación de servicios, especialmente a Estados Unidos, beneficiado por la escasa diferencia horaria y ciertas afinidades culturales. Sin embargo, Acle subraya que el negocio de los servicios está en retroceso. El 70% de las empresas uruguayas que exportan colocan servicios, pero los clientes de mercados como el estadounidense han comenzado a reducir la contratación de estos servicios debido a varios factores, incluyendo un cambio en las tasas de interés y la irrupción de la inteligencia artificial, que ha generado incertidumbre.
Competencia regional y costos elevados
La competencia regional también representa un desafío. Países como Argentina, Colombia, Costa Rica y Chile ofrecen servicios y productos a costos más bajos, mientras que México se beneficia de su proximidad a Estados Unidos. Acle resalta que Uruguay es percibido como un país caro, lo cual complica la competitividad en el sector tecnológico.
El cambio necesario: del servicio al producto
Acle propone que el sector debe transformarse, pasando de la venta de servicios a la creación de productos terminados. Actualmente, muchas empresas uruguayas desarrollan productos tecnológicos para terceros, pero la propiedad intelectual y el valor añadido se quedan con los clientes. El objetivo es que las empresas locales desarrollen sus propios productos, identificando ideas y problemas de negocio para transformarlos en soluciones tecnológicas.
Inversiones y políticas públicas
El cambio implica invertir más en etapas tempranas del desarrollo y ajustar los perfiles de formación empresarial. Acle destaca la necesidad de políticas públicas que promuevan e incentiven este cambio. Uruguay cuenta con el apoyo de instituciones como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y el Uruguay Innovation Hub, pero es necesario atraer más fondos de capital de riesgo para financiar el crecimiento del sector.
Compromiso político y empleo juvenil
Acle confía en que la clase política ha entendido la importancia de estos desafíos. CUTI se reunirá con los candidatos presidenciales para presentar su visión y propuestas. Aunque el concepto de «desempleo cero» ha sido una realidad para el sector tecnológico, la demanda de talento junior ha disminuido, lo cual requiere un replanteamiento de las estrategias de empleabilidad juvenil.
El sector tecnológico uruguayo enfrenta un momento crítico. Para mantener su crecimiento y competitividad, debe adaptarse a las nuevas realidades del mercado global, apostando por la creación de productos terminados y fortaleciendo sus capacidades internas. Con el apoyo adecuado y una visión estratégica, Uruguay puede consolidarse como un hub tecnológico regional, capaz de enfrentar los desafíos del futuro.